El taller de basket es una iniciativa que se desarrolla desde hace cinco años en el Centro de Menores Cabanyal, gestionado por Fundación Amigó y dependiente de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana. Es un recurso deportivo que junto al futbito, el voley playa y el atletismo conforma los talleres de deporte que llevamos a cabo. Posteriormente, al igual que ya ocurría con el futbito, el taller de basket consigue entrar en una liga llamada «Liga Master» la cual está compuesta por otros centros y recursos.
No obstante, lo que mejor define a esta actividad es la participación de nuestros chicos y chicas. Y ellos y ellas a su vez lo redefinen de una forma excepcional con el sentido del interés y la capacidad de aprendizaje y de mejora que desde el primer taller han ido mostrando hacia este deporte. Y ello a su vez en una auténtica sintonía con los valores de compañerismo, deportividad y respeto que fundamentalmente promovemos.
Nuestro taller se realiza cada semana, los martes, y también los miércoles en los que no haya programada alguna salida cultural. En él, aprendemos los fundamentos básicos de este deporte y desarrollamos los que algunos de los chicos y chicas ya conocen, lógicamente por haber practicado la actividad anteriormente. De esos martes, uno de cada dos realizamos la competición de Liga Master antes mencionada.
En los talleres buscamos además que los chicos y chicas aprendan el baloncesto no solo con el juego en sí, sino implementando en sus rutinas un adecuado calentamiento y una serie de fundamentos técnicos en relación con los correctos ejercicios de estiramiento, velocidad y preparación muscular.
La buena práctica de un deporte requiere de estos complementos, básicos para la prevención de las lesiones musculares. A continuación, realizamos la fase más técnica del juego, pero siempre en un nivel adecuado a la mayoría y con el objetivo básico de conocer el juego y sus reglas. Cuando aplicamos aspectos más específicos siempre es en una progresión que vemos es general, y no atendiendo únicamente a las mejoras o capacidades individuales.
Sabemos la importancia que cualquier práctica deportiva tiene para los jóvenes, no sólo desde la mera actividad física que les aporta beneficios a su salud, ni tampoco solo desde los hábitos que pueden introducir en sus alternativas de ocio y tiempo libre.
En cuanto al basket se refiere, éste es importante sobre todo en los aspectos relacionados con la participación en grupo, la colaboración con los otros, el esfuerzo en la mejora no solo personal sino de grupo… Su característica dinámica además permite una progresión de estos aspectos fundamentales desde la propia actividad, desarrollada en forma de juego, de diversión, matices importantes que buscamos entre todos y que hacen atractivo el baloncesto para todos los chicos y chicas, incluso para los que nunca lo han practicado.
Por supuesto estos beneficios se hacen igualmente extensibles a los equipos «rivales», hacia los que tienen que dirigirse también estas premisas y compartirlas con ellos. En este plano, además, se presenta el añadido de conocer a otros chicos y chicas, posibilidad de nuevas amistades y lugares. Y la importancia de cómo, en conjunto, todas estas particularidades ayudan a conformar en los jóvenes una parte importante y fundamental de su socialización. De hecho, este es un objetivo de primer orden que buscamos favorecer y desarrollar, eliminando todo atisbo de competitividad negativa, individualidad mal entendida y malos hábitos de participación y formas de relacionarse que, por diferentes motivos y experiencias, los/las chicos y chicas hayan podido desarrollar.
Podrían quizá encontrarse más formas de presentar esta actividad deportiva, tan llena de matices y posibilidades. Pero para nosotros y nosotras nos es suficiente estas pinceladas aquí expuestas, las que se dirigen al aprendizaje lúdico y al desarrollo de las mismas en nuestra práctica semanal en y a través de unos chicos y chicas que realizan un esfuerzo magnífico y ejemplar por integrarlas en su repertorio, y con las que nos descubrimos y nos aportamos tantas cosas nuevas. Un espacio, en fin, el del taller de basket que se convierte en nuestra práctica educativa, como ocurre en tantos otros talleres que se llevan a cabo, en una ilusión constante y diariamente renovada que nos regalamos todos y todas.
Por último y no menos importante, muchas gracias a nuestro Centro “Cabanyal” y todo su equipo de personas que desde la dirección facilitan y promueven esta gran e importante actividad. Expresar igualmente mi agradecimiento a Antonio (Tonet), Natalio, Sonia y Quique, compañeros y educadores/as, por su apoyo y sus ganas de llevar a cabo esta actividad.
¡Viva el baloncesto!