El Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación (PAE) de Fundación Amigó está dirigido a jóvenes extutelados/as que, al cumplir la mayoría de edad, deben abandonar los centros de protección. Una parte significativa de las personas participantes en este proyecto son chicos y chicas que migraron solos/as desde distintos países, siendo menores de edad. A través del PAE, se les proporciona apoyo integral para facilitar su transición hacia una vida autónoma, con especial atención a su desarrollo personal, la inserción social y laboral, así como su bienestar emocional.
Según la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. La salud mental es, además, un derecho humano fundamental. Y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.
Por tanto, la salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales. Los y las menores extutelados, sean o no migrantes, llevan implícito una serie de estresores, entre los cuales destacan:
– La obligación de emanciparse a los 18 años hace que tengan la necesidad de enfrentarse a retos de manera temprana (por ejemplo la búsqueda de vivienda y empleo) teniendo en cuenta que la media de emancipación de los y las jóvenes en España es de 30,4 años.
– La separación de su familia de origen unida a, en muchas ocasiones, la responsabilidad económica asociada, denotando un gran sentimiento de culpa.
– Las dificultades acontecidas en los distintos servicios de la administración pública: la problemática para el acceso a recursos, la escasa atención a la individualidad de los y las menores o los plazos y tiempos entre la atención y seguimiento de los diferentes programas, generando elevado sentimiento de soledad.
– En el caso de los y las jóvenes migrantes, el propio viaje en sí suele dejar secuelas físicas pero, sobre todo, emocionales. Se suma además que, con la llegada al país, se enfrentan a la barrera idiomática, costumbres y/o cultura desconocidas, generando un impacto altamente negativo en los y las jóvenes. Añadido a lo anterior, las expectativas iniciales del país destino no se ven reflejadas con la realidad que viven, dejando un poso de malestar asociado. El rechazo social recibido para conseguir una integración positiva junto con la falta de red social, hacen que se establezcan socializaciones con personas de la misma nacionalidad y parecida problemática asociada, generando estigmas sociales y dificultando aún más su inserción.
Por todo ello, desde Fundación Amigó queremos aprovechar el Día de la Salud Mental para reafirmar nuestro compromiso en el acompañamiento de los y las jóvenes extutelados/as, entendiendo el acompañamiento psicológico como parte fundamental en la intervención con estos chicos y chicas, en la medida en la que ellos y ellas lo requieran. Promover su bienestar emocional es parte esencial de su proceso de emancipación, dado que una buena salud mental es fundamental para facilitar su inclusión social y su plena integración en la comunidad.
Mercedes García López de Rodas
Paloma Fernández del Pilar