Desde principios de los 2000 comenzó a hacerse visible en España el fenómeno de la violencia filio-parental y desde entonces el número de casos ha ido aumentando de manera alarmante. Atendiendo a las Memoria de la Fiscalía General del Estado, en 2019 se superó por primera vez la barrera de los 5.000 expedientes abiertos. Inicialmente los y las profesionales tuvimos que adaptarnos rápidamente a la nueva demanda que exigía esta problemática y que causaba tanto sufrimiento a las familias. Sin apenas bibliografía de referencia, se generaron programas de intervención y comenzó a investigarse el fenómeno. 20 años después, podemos decir que se ha avanzado mucho a la hora de comprender, describir, evaluar y también intervenir. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer en este sentido.
El artículo que publicamos después de estas líneas, presentado por la doctora y profesora titular de psicología en la Universidad de Valencia, María Teresa Cortés Tomás, y por la doctora Zulay Maroto Méndez, psicóloga de Fundación Amigó y socia de SEVIFIP, con amplia trayectoria en la intervención en violencia filio-parental, se centra por un lado, en medir la reincidencia en violencia filio-parental, y por otro lado, en relacionar la reincidencia con variables psicológicas.
Actualmente existen estudios sobre etiología, perfiles, análisis epidemiológicos y factores de riesgo en el campo de la violencia filio-parental. Existen protocolos y programas de intervención que, aunque por el momento, no están basados en la evidencia, sí que presentan algunas pruebas de su eficacia.
Sin embargo, no existen estudios que evalúen la reincidencia, siendo el presentado por las autoras el único a nivel nacional. Si bien es cierto que este tipo de estudios resultan difíciles de realizar debido a la elevada muerte muestral, consideramos que son absolutamente necesarios para poder evaluar la eficacia real de los programas de tratamiento y ofrecer de esta manera una mejor respuesta a las familias.
Basándonos en este aspecto, entendemos que se convierte en un texto de obligada lectura y que pone de manifiesto que todavía queda mucho por hacer, siendo una línea de investigación poco explotada y muy necesaria.
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Este comentario fue publicado en el boletín del observatorio de violencia filio-parental de SEVIFIP y escrito por María José Ridaura, psicóloga en Fundación Amigó y vicepresidenta de SEVIFIP.