Durante el XXVII Encuentro Nacional de Educadores/as Amigonianos/as, que reunió de manera online a más de 260 personas empleadas en entidades amigonianas, pudimos reflexionar y adquirir nuevos conocimientos que nos permitan crear entornos protectores y fomentar el cuidado mutuo.
Entrevistamos a Mª Asunción Bosch, profesora de ESO en Escuelas Profesionales Luis Amigó (EPLA) de Godella:
Hablamos de cuidado mutuo. ¿Por qué para ti es un elemento clave en los entornos de empresas que trabajan con personas?
En cualquier contexto – familiar, social, empresarial… – el cuidado mutuo se presenta como elemento fundamental para la creación de un entorno protector. En nuestro caso, profesores y educadores, esa importancia es aún mayor por trabajar con niños, niñas y adolescentes que se están formando, que nos tienen como referentes, que por su edad y grado de madurez son, por definición, especialmente vulnerables y que, en muchos casos, por razones familiares o sociales, viven en entornos difíciles o violentos.
Esa enorme responsabilidad hace necesaria también la preocupación por nuestro propio cuidado, ya que nos podemos encontrar con muchas dificultades para ofrecer un buen trato si, personalmente, nos sentimos impotentes, sobrepasados, incompetentes o poco motivados.
Después de haber participado en el Encuentro, ¿qué significa ahora para ti construir entornos protectores desde el buen trato y el cuidado mutuo? ¿Por qué?
Significa, básicamente, “parar” para mirar, pensar, ver, replantear e intentar actuar de otra manera. Inmersos en nuestra actividad diaria reproducimos o damos por sentado situaciones que perpetúan actuaciones negativas. Haber participado en el Encuentro me ha supuesto el planteamiento de muchas preguntas relacionadas con lo que hago, lo que no hago y lo que sé o no sé hacer.
¿Qué has aprendido durante este Encuentro y cómo lo vas a poner en práctica?
Me extendería mucho si tratase de exponer aquí lo que considero que he aprendido de este Encuentro. Mejor, quizás, indicaré algunos puntos que me parecen especialmente importantes:
- La ausencia de violencia como necesidad inherente del ser humano, no un privilegio.
- El concepto de “reciprocidad” como base de un entorno protector (entre todos los agentes y en todas direcciones).
- La necesidad de elaboración de un “mapa de riesgos”que permita la identificación de los mismos, la planificación de medidas a aplicar y su seguimiento y evaluación.
- Y, por último, la consciencia de que ante una “realidad compleja y cambiante” es necesario no dejar de hacerse preguntas sobre cómo podemos mejorar, qué estamos haciendo bien y qué no, y mantener una “actitud abierta, humilde y dialogante”.
¿Cómo valoras que desde las entidades amigonianas cada año se organicen este tipo de actos formativos?
Los actos formativos de los Encuentros de Educadores/as Amigonianos/as suponen siempre una valiosa experiencia de reflexión y puesta en común de temas que nos conciernen estrechamente y nos permiten mejorar en nuestra práctica docente.