El 26 de junio, 33 niños, niñas y adolescentes, junto con 9 educadores/as se subían a las furgonetas que nos llevarían a ese viaje tan deseado, rumbo a Valencia, donde nos esperaban ilusionados nuestros compañeros/as del Centro Juvenil de Montesión de Torrent. 670 kilómetros por recorrer nos quedaban por delante, pero eso no era nada cuando veíamos las caras de ilusión de nuestros chicos y chicas.
Nuestro destino era el Seminario San José de Godella. Tras un largo viaje de 8 horas y media, nos recibían los chavales y educadores del centro juvenil. Llegaba el primer momento de compartir y trabajar, nos tocaba montar nuestros campamento, para después darnos un chapuzón en la piscina.
Una vez superado el primer día, llegaba el momento de descansar y recargar las pilas suficientes para afrontar y disfrutar de los 3 días cargados de actividades que habíamos preparado.
Terra Mítica, la playa, Aquarama y la piscina eran las actividades que nos esperaban, las cuales hemos disfrutado al máximo.
La primera actividad que nos tocaba llevar a cabo era un día lleno de emociones y aventuras en Terra Mítica. Durante este día pudimos apreciar los primeros lazos de unión que se habían forjado el lunes. Tras esto recargamos pilas en la cena y a dormir, que al día siguiente nos tocaba vivir una nueva experiencia, más relajada, pero no por ello menos divertida.
El miércoles pusimos rumbo a la playa, ahí disfrutamos del baño y de los juegos en la arena. Tuvimos más tiempo de conversar y disfrutar juntos, por lo que ya se veían los grupos mucho más mezclados, ya no eran los/as niños/as de Torrelavega por un lado y los de Torrent por otro, ahora era una mezcla de niños/as muy bonita.
Y llegamos al último día de actividades antes del regreso. Nos tocaba vivir una día lleno de adrenalina y mucha agua, pero eso no era todo, íbamos a conocer a otro nuevo grupo de niños/as. Durante este día compartimos experiencias y momentos con los niños del centro de día de Castellón, algo que realmente nos gustó mucho. Durante este día solo se oían risas y se veían rostros de emoción y de alegría en nuestros chavales.
Tras estos días llegaba el momento que menos nos gustaba, llegaba la despedida. Estuvo llena de lágrimas, abrazos, muestras de cariño y palabras bonitas, pero una frase resume todo: “nos volveremos a ver pronto”.
Y el 30 de junio de nuevo cargamos nuestras furgonetas y de vuelta a Torrelavega, otras 9 horas de viaje, pero esta vez con unas sonrisas imborrables y un montón de nuevos amigos/as a nuestras espaldas.
El objetivo de esta actividad ha sido poder disfrutar de la naturaleza y de la convivencia, tanto con educadores/as como con compañeros/as de los recursos que la Fundación Amigó desarrolla en Torrelavega y Comunidad Valenciana, en un entorno y contextos diferentes a los que solemos desarrollar nuestras actividades, así como generar unos vínculos afectivos y emocionales entre todos que supongan una mejora significativa en el desarrollo personal de los usuarios.
Todo quedó plasmado en la asamblea final en la que tanto educadores/as como niños, niñas y adolescentes expresamos nuestro deseo por repetir de nuevo el próximo año esta experiencia.
Si hay una frase que puede resumir este viaje es la que dijo en dicha asamblea un niño del Centro Juvenil Montesión: “Este viaje ha sido genial, me he sentido como en casa, he sentido que somos una gran familia”. Solo escuchar esa frase, entre otras muchas, nos demuestran que este viaje ha merecido la pena.