Gloria Bernal, educadora del Centro de Día, nos explica cómo se han realizado las actividades del Grupo de Mujeres que incluyen talleres semanales de manualidades y autoestima. Su balance es muy positivo al ver la afluencia de personas que llegan a sus talleres; “Ahora contamos con una participación constante de 8 ó 10 mujeres. Ellas vienen muy animadas a hacer sus adornos porque saben que se los pueden llevar a sus casas”, afirma la educadora que también dirige las manualidades.
Una de las novedades de este curso que termina, es que al Centro de Día llegaron más mujeres de Perú que de Ecuador y Bolivia como era costumbre. “El hecho de llegar aquí sin conocerse y encontrar otra persona de la misma nacionalidad, las hace unirse y hacer amigas”, asegura la educadora. Del mismo modo, Gloria ha añadido que se han sumado todos los chicos y chicas del Centro de Día y Kanguroteca Luis Amigó, gracias a la colaboración de Caixa Proinfancia, un programa de Obra Social «la Caixa».
“El centro es fabuloso, igual que las profesoras y las voluntarias. Me encanta ir porque charlamos mucho, a veces hacemos relajación, vamos a museos, teatro y fiestas”, nos cuenta Manuela Hernández Moreno, la mayor de las asistentes que con 78 años afirma que venir al centro es una de sus alegrías.
Durante 45 minutos por la mañana y otros 45 por la tarde, el Centro de Día se convirtió en un salón de baile y fiesta de salsa, bachata, reggaetón y merengue. Las profesoras, las voluntarias y las mujeres lo dieron todo en la última actividad del año que, como es habitual, termina siempre con una buena merienda para las bailarinas, momento de ocio que se aprovecha para compartir entre las mujeres y algunos de los niños de la kanguroteca.
“Aunque estoy un poquito grandecita para moverme tanto, hoy me lo pasé pipa bailando con las compañeras, el centro funciona perfectamente. Por eso vengo aquí desde hace cuatro años y seguiré viniendo el próximo año”, concluye Manuela.