Cuando Mujib cumplió 18 años tuvo que abandonar el recurso en el que vivía. Ahora, Mujib vive en uno de nuestros pisos de emancipación en Madrid, donde le acompañamos en su proceso de adquisición de autonomía para construir su proyecto de vida de manera autónoma.
“Cuando cumplí los 18 años tenía mucha incertidumbre sobre dónde iba a ir y dónde iba a vivir. La Fundación Amigó me ha ayudado a ser autónomo y me ha apoyado psicológicamente».