En estos días en los que nos dicen que el cuidado es uno de los factores más importantes para afrontar la situación que estamos viviendo en todo el mundo por el COVID-19, nosotros/as entendemos que el cuidado tiene que ir más allá:
Fomentar el autocuidado es importante pero cuidar de las personas con las que convives es fundamental. Cuidar cada minuto del día implica aprender cosas que te habías propuesto pero aún no habías logrado; jugar como muchos de nosotros/as no lo hacíamos desde niños/as; emocionarte al ver que puedes hacer papiroflexia y que todavía te acuerdas de dibujar con ceras de colores; comprender al otro aunque no hablemos el mismo idioma; compartir espacios en los que la “distancia social preventiva” no impide que compartamos emociones y experiencias cada día.
Durante este tiempo de cuarentena, en el Albergue de la Abadía de San José convivimos y nos cuidamos un equipo de educadores/as y 21 personas, que hasta hace unos días, no tenían un techo donde refugiarse, pero que ahora poco a poco están construyendo un hogar dónde cuidarse y cuidar del resto.
Claudia Estellés, educadora social de la Fundación Amigó
Hacéis una gran labor. Enhorabuena