Los días 22 y 23 de noviembre de 2025 se celebró en las Escuelas Profesionales Luis Amigó de Godella (Valencia) el 30º Encuentro Nacional de Educadores/as Amigonianos/as, un espacio de formación, identidad y convivencia que reunió alrededor de 300 profesionales de las entidades amigonianas de diferentes puntos de España. La recepción inicial, colmada de saludos, fotos y reencuentros, dio paso a la apertura oficial en el salón de actos.
En la presentación inaugural, José Miguel Belló, superior provincial de los Amigonianos y presidente de Fundación Amigó, destacó los tres objetivos fundamentales del Encuentro:
La ponencia de Adela Cortina fue uno de los momentos centrales de la jornada. Con su cercanía, ingenio y capacidad para interpelar al público, invitó a reflexionar sobre una cuestión clave: “¿Educar para qué?”. A partir de esta pregunta, animó a los/as participantes a identificar la meta interna de su labor educativa y alertó sobre el riesgo de sustituir esos bienes internos —que dan sentido a la vocación educativa— por beneficios externos, recordando que la corrupción “más grave” es la que desvirtúa el propósito auténtico de una profesión.
Cortina profundizó en los valores que deberían guiar toda acción educativa: entusiasmo, ayuda y compasión, defendiendo la necesidad de ejercer la profesión desde la excelencia del carácter. También abordó la aporofobia, el rechazo hacia las personas pobres, y explicó que se trata de una tendencia humana que puede transformarse mediante una mirada que reconozca el valor intrínseco de cada persona y actúe no solo con empatía, sino con compromiso.
La ponente intercaló reflexión filosófica, humor, anécdotas personales y constantes preguntas al auditorio, y consiguió así crear un ambiente dinámico y participativo, que culminó en una invitación a seguir construyendo la labor educativa desde la dignidad humana como eje central. Su intervención fue despedida con un prolongado aplauso.
Tras la pausa café y la foto grupal, las personas participantes se distribuyeron en 16 grupos de trabajo aleatorios, donde dialogaron sobre las cuestiones planteadas durante la ponencia. Posteriormente, estos grupos compartieron en el salón de actos una primera aproximación a sus conclusiones, generando un espacio común de reflexión.
A continuación, los equipos se reorganizaron, esta vez por ámbitos profesionales —educación primaria, educación secundaria, recursos especializados en violencia filio-parental, servicios generales de Fundación Amigó, entre otros— para llevar a cabo una segunda sesión de trabajo orientada a consensuar las conclusiones finales desde la perspectiva específica de cada área.
La jornada concluyó con la intervención de José Miguel Belló, quien destacó que los objetivos del Encuentro se habían cumplido ampliamente: se fortaleció la convivencia, se afianzó la identidad amigoniana y se ofreció una formación de alto nivel. Un cierre que reafirmó el valor de seguir construyendo, juntos, una misión educativa comprometida, sólida y profundamente humana. ¡Gracias a todos/as por hacerlo posible!