Fundación Amigó ha inaugurado recientemente un nuevo piso de emancipación que forma parte del Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación, un recurso que tiene el objetivo de acompañar en su transición a la vida adulta a jóvenes en situación de exclusión social.
El nuevo piso, que se ha denominado “Patraix” y está ubicado en Valencia, es un recurso específico para chicas que recientemente han cumplido la mayoría de edad. Tras la apertura de este nuevo servicio, ya son 5 los pisos que forman parte del Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación que Fundación Amigó desarrolla en Madrid y Valencia.
Entrevistamos a Elisabet Marco, coordinadora de programas de la Fundación Amigó en la Comunidad Valenciana y responsable del PAE, para que nos explique qué es y cómo se trabaja en este nuevo piso de emancipación.
¿Qué es el Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación?
El Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación (PAE) es un proyecto para dar respuesta a las necesidades de jóvenes que han pasado por el circuito de protección o han cumplido una medida judicial y, quienes a la salida de los respectivos centros de menores, necesitan de apoyo y acompañamiento para afrontar su vida autónoma. Los pisos de emancipación que integran el PAE, son recursos de acompañamiento socioeducativo para jóvenes en el proceso de transición a la vida adulta que cubre las necesidades básicas (vivienda y manutención) de aquellos/as que carecen de recursos económicos propios o de apoyo familiar necesario para llevar a cabo sus proyectos de emancipación. A través del acompañamiento educativo y social integral, el proyecto lleva a cabo las acciones necesarias para que las y los jóvenes atendidos adquieran un grado de autonomía adecuado para desarrollar sus propios proyectos de vida y emancipación. El PAE, que actualmente cuenta con el apoyo de la Generalitat Valenciana y la Comunidad de Madrid, despliega las actuaciones necesarias en diferentes ámbitos para prever su integración social y laboral.
¿Por qué surge la idea de inaugurar un nuevo piso de emancipación para chicas?
Desde que arrancó el PAE en Valencia en 2014 hemos detectado de manera gradual la necesidad de un recurso para chicas a través de las demandas y necesidades de los diversos equipos educativos y técnicos de los centros, así como también desde la Dirección Territorial de la Conselleria d’ Igualtat i Polítiques Inclusives. En general, existe un número de recursos de emancipación insuficiente para atender las necesidades de la juventud extutelada y, mucho más en el caso de recursos que atiendan a jóvenes extuteladas.
¿Qué es el piso de emancipación «Patraix»?
El piso de emancipación Patraix tiene la misma finalidad que el resto de pisos, potenciar un grado de autonomía adecuado para la futura emancipación de las jóvenes, además de poner en marcha aquellas actividades y acciones en diferentes ámbitos que garanticen una integración social y laboral de las jóvenes. En principio contamos con 5 plazas de vivienda, es una vivienda completamente equipada e integrada en un barrio de la ciudad de València.
¿Cómo va a ser la intervención y el acompañamiento que se va a realizar en el piso?
En general el contenido de actividades y la dinámica que integra el proyecto educativo del piso Patraix es muy similar al de los pisos que llevan funcionando desde 2014. No obstante, en el caso de los jóvenes, se ha atendido mayoritariamente a jóvenes extutelados extranjeros, y en este caso, prevemos que el perfil va a ser diferente. En este sentido, es importante señalar que un análisis de la realidad de las jóvenes desde la perspectiva de género, nos ha llevado a diseñar un proyecto educativo muy centrado en generar acciones en el ámbito de la inserción laboral y social, capaces de evitar la pobreza y exclusión social de las mujeres jóvenes, a quienes afecta en mayor grado y de forma distinta que a los hombres jóvenes. Las mujeres jóvenes encuentran mayores obstáculos de inserción en un mercado laboral segregado horizontal y verticalmente, donde la feminización de algunos sectores laborales coincide con su precarización constante. Circunstancia que, además, afecta en mayor medida, a las mujeres jóvenes sin cualificación profesional. El proyecto, pretende potenciar la formación y cualificación de las jóvenes, así como los medios necesarios para que puedan ampliar sus horizontes educativos. Por otra parte, el orden de género presente en nuestra sociedad que continúa reforzando la vulnerabilidad de las mujeres, constriñe de manera invisible la toma de decisiones de muchas mujeres jóvenes cuyos vínculos con las familias, incluso en contextos de alta conflictividad y violencia, resultan mucho más difíciles de romper y reformular. Por ello, la intervención social y educativa se centra de este proyecto en generar igualdad de oportunidades reales para estas jóvenes a través de un espacio de convivencia y aprendizaje para que puedan reconstruir sus propios proyectos vitales.
¿Cómo están siendo los primeros días en el piso?
Hemos inaugurado el piso con dos chicas, a la espera de que haya pronto más derivaciones. Sinceramente, empezamos con mucha ilusión este proyecto, porque desde la Delegación en la zona Levante hace mucho tiempo que queríamos poner en marcha este recurso. En general, la dinámica ha empezado adecuadamente y las jóvenes están funcionando muy bien.
Que se inaugure un nuevo piso supone que el PAE es un proyecto consolidado y se apuesta por ayudar a jóvenes en esta situación ¿por qué crees que es tan importante apostar por este tipo de proyectos?
Actualmente, la problemática de la emancipación de la juventud es uno de los temas más debatidos, recurrentes y mediáticamente presentes en nuestra sociedad, la situación de la población joven ha ido cobrando especial importancia, incluso en las agendas políticas, sobre todo a raíz de la Ley de Infancia de 2015. En la última década, la coyuntura económica y social agrava las situaciones de vulnerabilidad de ciertos sectores poblaciones y, muy especialmente, de la juventud en su conjunto. En este contexto, las y los jóvenes extutelados aglutinan diversos perfiles que atraviesan diferentes situaciones de precariedad, convirtiéndose en un colectivo en riesgo de exclusión social.
Las biografías de muchos y muchas jóvenes extuteladas, están marcadas por un pasado y/o presente de conflictividad, inestabilidad familiar… Trayectorias educativas y académicas discontinuas…circunstancias que pueden arrastrarles, a la llegada de su mayoría de edad, hacia circuitos de marginalidad y exclusión social. Generar este tipo de proyectos, impacta y disminuye las cuotas de pobreza de las y los jóvenes extutelados, especialmente por ejemplo entre las y los jóvenes extranjeros, quienes sufren mayor discriminación social, educativa y laboral. Estos proyectos representan una apuesta por estos y estas jóvenes y por sus proyectos de vida.
¿Crees que haría falta más esfuerzos para abordar esta realidad?
Si, muchos y muchas cumplen la mayoría de edad y están completamente desprotegidos. Pero además, y otro motivo que inspiró en su momento la puesta en marcha del PAE en Valencia, es necesario apoyar el trabajo socioeducativo de los diversos equipos educativos y técnicos de los centros a lo largo de los años. Quiero decir, después de años de procesos de intervención y aprendizaje por parte de profesionales y de las y los propios jóvenes, es necesario generar un espacio de acompañamiento que permita una transición adecuada a la vida adulta, sin que la mayoría de edad suponga un salto al vacío y rompa con todo lo conseguido hasta el momento.
¿Qué valores intentas transmitir en el día a día en el proyecto?
El PAE comparte los principios y valores del resto de proyectos de la Fundación, que inspiran su trabajo con la infancia y la juventud. En coherencia con la Pedagogía Amigoniana, el PAE tiene principalmente una visión optimista de las y los jóvenes, capaces de conseguir superar los diversos obstáculos que se encuentran y superar las carencias en todos los ámbitos. Esto, pasa por acompañar los diversos procesos centrándonos en el protagonismo de las y los jóvenes en el proceso de aprendizaje y formación. El modelo de intervención se basa en un proceso participativo, donde las y los jóvenes asumen un rol activo y protagonista acompañados de educadores/as. En el día a día de los pisos, tratamos de transmitir y potenciar valores como el respeto a las personas, a la diversidad y a la diferencia, la cooperación, el esfuerzo, la responsabilidad, el compromiso, solidaridad, sinceridad, el cuidado…, entre otros. Por ello, cobra especial importancia en nuestros pisos de emancipación la convivencia y la cotidianidad, como espacio de aprendizaje, desarrollo y socialización.