Durante el confinamiento se puso de manifiesto la enorme desigualdad educativa existente en España ante la necesidad de sustituir la educación presencial por la online. Hemos observado en las familias que atendemos en nuestros proyectos dificultades para conciliar horarios de trabajo con el cuidado de los/as hijos/as en casa, dificultades para mantener rutinas y horarios beneficiosos para el adecuado desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, y en el ámbito escolar, falta de herramientas para evitar que el distanciamiento físico del colegio, del profesorado y de los/as compañeros/as se convirtiera en distancia insalvable y aislamiento para los/as niños/as, perdiendo además el ritmo de las clases al realizarse éstas de manera online y no contar con dispositivos digitales o no saber emplearlos. Por ello, identificamos dos bloques en los que estamos reforzando nuestras acciones: disminución de la brecha digital y prevención del absentismo.
El derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes es vulnerado si no cuentan con los medios para ejercerlo y, específicamente, por carecer de medios tecnológicos para poder recibir adecuadamente la educación online. La falta de acceso a un ordenador es casi 20 veces mayor en los hogares más pobres según UNICEF España. Además de la falta de ordenadores, el INE ha identificado que en las familias con ingresos más bajos (900 euros mensuales netos o menos), el 9,2% de los hogares con niños/as carecen de acceso a Internet, lo que representa que cerca de 100.000 hogares no pueden conectarse a la red en España.
A estas dos dificultades (la falta de ordenadores y la falta de conexión a internet) debemos sumar un problema más generalizado aún con el que nos hemos encontrado, la falta de competencias digitales de los padres y las madres.
Frente a estas problemáticas, consideramos que los centros de día y centros juveniles pueden ofrecer una respuesta para enfrentar la brecha digital, un fenómeno crítico que conduce hacia la desigualdad educativa, ahondando las desventajas sociales de los colectivos más vulnerables de la sociedad.
Para dar respuesta a esta realidad, nuestros centros de día y juveniles trabajan:
Nuestros centros de día y centros juveniles realizan una labor de refuerzo escolar y desarrollo de habilidades como la tolerancia a la frustración, la motivación, la autoestima, que impacta directamente en el rendimiento escolar de los/as niños, niñas y adolescentes atendidos/as, no solo en cuanto a los resultados, las notas, sino en cuanto a la actitud con la que van a clase y cómo se comportan con compañeros/as y profesorado.
Tras el periodo de confinamiento en el que el ritmo escolar (mediante las clases y el seguimiento online) no pudo ser el mismo, hemos observado muchas dificultades al retomar el próximo curso escolar a partir de septiembre. Si estos niños, niñas y adolescentes no reciben un apoyo personalizado en profundidad, las tasas de absentismo serán más elevadas. La tasa de abandono escolar temprano se situaron en el 17,9% en 2018, según las variables educativas de la Encuesta de Población Activa (EPA) analizadas por el Ministerio de Educación y FP. Es la tasa más baja de la serie histórica en España, pero sigue siendo muy alta si comparamos con la media de la UE (10,7%) o el caso del abandono escolar temprano en Finlandia del 7,9% en 2016, según los datos de Eurostat.
Durante el actual curso escolar 2021/2022, con sus variaciones debido al riesgo de contagio del coronavirus, como realizar una parte presencial y otra online, u otras medidas, muchos niños, niñas y adolescentes necesitan mucho apoyo y acompañamiento para sacar el curso adelante. Además, por el perfil de familias atendidas en Fundación Amigó, normalmente nos encontramos con una falta de implicación por parte de padres y madres en el itinerario formativo de sus hijos/as, falta de conocimiento para ayudar en las tareas escolares y en el uso adecuado de los dispositivos digitales.
Por último, es de enorme relevancia hacer hincapié en la interrelación de la pobreza y el fracaso escolar, que finalmente desemboca en el abandono temprano de los estudios. Según datos recopilados por Save the Children, tras la anterior crisis económica en España, el origen socioeconómico de las familias pasó a ser aún más determinante en el éxito o fracaso escolar de los/as hijos/as, y es que el 43% de los niños y niñas del 20% más pobre abandona prematuramente sus estudios, además el abandono escolar entre las familias pobres es 25% mayor que en las de nivel socioeconómico alto.
Para dar respuesta a esta realidad, nuestros centros de día y juveniles trabajan: