Carmen Arnaiz tiene 67 años y vive en Torrelavega. Comenzó a trabajar en la Casa de los Muchachos de la Fundación Amigó en Torrelavega en el año 2005, encargándose de la cocina y sustituyendo a María, que realizaba la misma función desde 1982. El pasado 31 de diciembre, Carmen se jubiló tras 11 años de dedicación a los niños, niñas y jóvenes que han acudido al centro de día o al programa de unidad familiar de la Casa de los Muchachos. «Mi trabajo específico era encargarme de preparar la comida a todos los niños y niñas, pero siempre he estado muy pendiente de ellos y también realizaba una función educativa. Al principio había un turno de comidas, pero luego nos tuvimos que organizar según las necesidades e incluso hemos llegado a tener 3 turnos, porque llegó a aumentar el número de niños y niñas hasta 17».
Recordando su paso por la Casa de los Muchachos, Carmen señala que ha sido un trabajo muy gratificante. «Ellos tenían confianza conmigo. He hecho el trabajo con mucha ilusión, dedicación e implicación. Los jóvenes formaban parte de mi familia».
Para Miriam Gómez, educadora en la Casa de los Muchachos, Carmen siempre tenía una sonrisa y un abrazo para cada niño. «Siempre ha tenido en cuenta a todos, sabia cuándo era el cumple de cada uno, cuál era el postre preferido de cada niño y se preocupaba mucho de cómo les iba. Es una mujer con mucha dedicación y con sentido de familia, algo muy importante en un centro como este».
Félix Martínez, director de la Casa de los Muchachos, valora que Carmen siempre realizó muy bien su función concreta en el centro, y añade que «ha ejercido esa dimensión educativa con los niños y ha estado muy atenta a las necesidades concretas de cada uno. Si un niño estaba triste, siempre encontraba a Carmen para acogerle y escucharle. Ella ha querido a la casa y ha creado familia».