Arcadio Cardona, director del Centro de Orientación Juvenil Luis Amigó en Cajicá (Colombia) nos visitó la semana pasada para realizar un intercambio de experiencias y conocimientos. Arcadio está al frente de este centro de menores que trabaja conjuntamente con las administraciones colombianas, quienes derivan a niños y jóvenes por responsabilidad penal o por protección.
¿Qué problemáticas sufren los niños y jóvenes del centro?
Hurto, lesiones personales, tentativa de homicidio, … son jóvenes que han cometido un delito y que se encuentran en un estado de vulnerabilidad social que atenúa el motivo de haber cometido la infracción.
¿Cómo se trabaja con los jóvenes en el centro?
Reciben una atención integral, desde el área de salud, de bienestar, desde la espiritualidad, tenemos un colegio en el que pueden desarrollar su capacitación técnica y académica, por lo que los atendemos en todas las áreas de desarrollo. En total atendemos 450 menores y les brindamos toda la atención que ellos necesitan.
Además, también se trabaja con las familias. Disponemos en el centro de espacios de acompañamiento familiar y realizamos visitas domiciliarias, para que la familia también supere las dificultades.
¿Se nota una evolución en los jóvenes?
Las medidas que tenemos en el centro no son privativas de libertad, por lo que la permanencia también depende del compromiso del usuario y de la familia. Normalmente cuando acaba el proceso hay buenos resultados. A través de nuestro programa de seguimiento posterior se garantiza que no vuelvan a delinquir y que tengan un soporte que les permita continuar con su vida.
¿Qué supone estar al frente de este proyecto?
Estar al frente de este proyecto supone mucha responsabilidad, que requiere mucho trabajo, compromiso y dedicación, tratando siempre de mejorar el proceso de atención. Hay que tener una gran sensibilidad frente a lo que le pasa a los otros, porque estamos trabajando con personas.
Gran experiencia de vida, para quienes hemos tenido la fortuna de trabajar con los jóvenes de éste maltratado país. Gracias Fray Arcadio por su ejemplo y enseñanzas.