La violencia filio-parental abarca el conjunto de conductas reiteradas de violencia física o psicológica dirigida de los hijos/as a los progenitores, o a aquellos adultos que ocupan su lugar. Se excluyen las agresiones puntuales y las que se producen en un estado de disminución de la conciencia. Cada año se abren más de 4.000 expedientes a menores por este tipo de delito, pero sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10% y un 15% del total. Te proponemos conocer, analizar y actuar para visibilizar y prevenir este fenómeno.
A través de nuestro programa de intervención familiar y atención a la violencia filio-parental, trabajamos para resolver conflictos entre padres/madres y sus hijos/as, apostando por la familia como el mejor espacio educativo y socializador. En situaciones de violencia filio-parental o previas a ella. la intervención socioeducativa realizada exclusivamente con niños, niñas, adolescentes y jóvenes resultaría incompleta, ya que la situación de cada menor o joven no es ajena ni independiente a su situación familiar.
Javier tiene 17 años y desde hace 9 meses trabaja junto con nuestro equipo educativo para mejorar la relación y el vínculo afectivo con su familia. «Ahora la relación con mis padres va bien. Desde el primer día que entre aquí, me di cuenta de las cosas. Yo nunca agredí a mis padres, pero si les falté el respeto y aquí he aprendido a pensar las cosas antes de hacerlas. Pienso en mi futuro y quiero terminar el graduado escolar y después estudiar un grado medio o buscar trabajo», señala el joven.
Muy bien Javier.Los padres son para toda la vida.Es un regalo de tener a unos padres.