Raúl tiene 17 años, vive en Torrelavega y desde 2014 visita nuestro centro juvenil en el barrio de La Inmobiliaria. El joven, que tiene una discapacidad física motora, ha descubierto un lugar donde es aceptado de manera incondicional y puede disfrutar de muchas actividades de ocio que antes no había pensado que era capaz de realizar.
Raúl visita cada tarde el SOAM desde 2014, cuando participó en el campamento urbano que organizamos en verano en Torrelavega. Había sido operado sólo once días antes y su actitud fue impresionante. «Él tenía muchas ganas de participar en el campamento y todo el mundo se volcó en él. Raúl es un niño que tenía mucha falta de experiencias. Eso se le notaba en que no correspondía su edad con su forma de actuar y era bastante infantil», ha señalado su madre.
Desde que Raúl viene al SOAM se integra muy bien con todo el mundo. Además, su familia se implica y participa en el Foro de Infancia y Familia, un espacio donde el equipo educativo ofrece pautas de intervención socioeducativa a padres y madres. «El SOAM nos brinda una atención familiar integral que es necesaria. Es muy importante porque la formación de los padres y madres es esencial para formar a los niños. Para enseñarles a ellos primero tenemos que aprender nosotros».
Raúl ha madurado y ahora es capaz de tomar sus propias decisiones. Se siente integrado y cada tarde acude al centro juvenil. «Ahora puedes hablar con Raúl de cualquier tema, estudia 4º de ESO, acude a campamentos y realiza actividades que antes no pensaba que era capaz de realizar. La Fundación Amigó me ha ayudado a que Raúl vaya creciendo. Está haciéndose mayor y teniendo grandes amigos. Ha tenido un gran cambio», apunta la madre del joven.
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