Cuarenta y ocho educadores amigonianos de A Coruña y de Bilbao han participado en la 5ª y 6ª tanda del XIX curso de Formación Especializada, sobre“Autocuidado con Inteligencia emocional”, que ha tenido lugar en los locales de la Parroquia San Luis Gonzaga, donde la Fundación Amigó desarrolla los proyectos Familia Educa, Conviviendo y Creciendo, del 28 de septiembre al 1 de octubre, y en el polideportivo municipal Pando-Aisia de Portugalete, del 17 al 20 de octubre. Las anteriores tandas se realizaron en Madrid, Valencia, Castellón y Alicante durante los meses de marzo a mayo.
Han representado a 14 programas de intervención socioeducativa distintos: centros de protección y acogimiento residencial, centros de proyectos de acompañamiento a la emancipación, de intervención familiar y atención a la violencia filio-parental, de atención terapéutico-educativa y de prevención y participación, los educadores han recibido 20 horas de formación, en cuatro sesiones, sobre el tema señalado.
El curso ha sido impartido por el coach y formador en educación emocional D. Iñaki Lascaray San Juan, del centro de investigación y pedagogía emocional “elanvital”. Con una metodología formativa y experiencial y con el objetivo de desarrollar el autocuidado y la competencia emocional en los educadores, el ponente ha tratado el concepto de salud, el proceso emocional básico (PEB) y las destrezas y actitudes de competencia emocional.
En la primera sesión del lunes, Iñaki nos habló del concepto de salud: “situación de bienestar físico, psíquico y social generada por el equilibrio entre la capacidad de una persona de satisfacer sus necesidades y expectativas frente a las exigencias y oportunidades que se le presentan en el medio ambiente donde se desenvuelve”, y de las competencias emocionales: autoconsciencia emocional, autogestión emocional, consciencia social y gestión de las relaciones (ISie).
Seguidamente, el formador expuso los diferentes niveles del sistema emocional: sensaciones, emociones, sentimientos y patrones o esquemas emocionales. Las emociones son mensajes relacionados con nuestro bienestar e incluso nuestra supervivencia y están siempre orientados hacia nuestra salud. Las emociones y sentimientos son necesarios para tomar decisiones correctas. Los educadores realizaron un ejercicio para distinguir entre “lo que me resulta obvio de ti y lo que imagino de ti”.
Tras el receso, el ponente nos habló de las emociones básicas y la vergüenza, de cómo se notan, de lo que nos informan y nos piden. Son la alegría, la tristeza, el miedo, el enfado, el asco y la sorpresa. Cuando mis necesidades, intereses y valores están satisfechos, aparecen emociones de agrado o positivas. Y cuando no lo están, aparecen emociones de desagrado. Los educadores realizaron algún ejercicio de focusing.
Iñaki utilizó la mañana del segundo día al proceso emocional básico, según Leslie Greenberg, y los participantes realizaron ejercicios de entrenamiento siguiendo los ocho pasos: ser consciente de tus emociones, darle la bienvenida, localizar la emoción en el cuerpo y describir tus emociones con palabras, identificar la experiencia primaria, evaluar si el sentimiento primario es saludable o no, identificar los pensamientos destructivos, encontrar emociones y necesidades adaptativas y transformar las emociones desadaptativas y los pensamientos destructivos.
El formador expuso los tres tipos de emociones: primarias, secundarias o sentimientos acerca de tu sentimiento primario e instrumentales o manipulativas. Las primarias pueden ser saludables o adaptativas y no saludables o desadaptativas. Las adaptativas o sentimientos de fondo reaccionan a algo que está ocurriendo ahora mismo y las utilizamos como guía de acción. Las desadaptativas se activan con un estímulo en el presente, responden a una situación pasada y antes de ser guía de acción es necesario transformarlas. “Lo que necesitas, valoras o te importa te lo muestra la emoción primaria”.
Dedicó algún tiempo a la gestión emocional, personal y grupal, en cuatro pasos: pasar de lo que ocurre a lo que nos hace sentir, de lo que nos hace sentir a la emoción primaria y central, de la emoción primaria a la necesidad y de la necesidad a la acción para resolver. La vida humana es una sucesión interminable de ciclos de satisfacción de necesidades. Y nos habló también de la autoestima y de la tendencia actualizante, importante fuerza motivacional del desarrollo humano (Rogers), o Elanvital (Bergson). “Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es tu única opción”.
A continuación, explicó las actitudes necesarias para el trabajo emocional. Siguiendo a Carl Rogers y con un enfoque psicológico centrado en la persona, el educador tiene que ser real, valorar al otro y aceptarlo sin juzgarle. Iñaki nos habló de la empatía, de la autenticidad y asertividad, congruencia y transparencia, y de la aceptación o consideración positiva incondicional. En la relación educativa con los chicos supone sintonizar cómo se sienten, escuchar y hacerles sentirse respetados, confianza y visión positiva de ellos, acompañando y estimulando el crecimiento de lo que son como personas. Los educadores realizaron ejercicios de escucha nivel 1 y 2.
El tercer día, el formador nos habló de los tres tipos de vida feliz. De la vida placentera, que tiene que ver con el componente genético, crea habito y es relativamente rápida. De una vida de compromiso, involucramiento o buena vida, que supone una experiencia flujo, que te lleva a usar tus talentos al servicio de desafíos para los que posees motivaciones intrínsecas. Y de la vida con significado, la más potente, que implica tener un propósito de vida, que conoce sus fortalezas y las utiliza para ponerlas al servicio de algo más grande que tú. Los participantes refirieron diferentes experiencias propias de flujo y de inmensidad.
El último día, el ponente se centró en el autocuidado, que supone recuperar el potencial perdido: la escisión de conflicto interno entre el perro de arriba y el perro de abajo, la voz crítica y la parte criticada, la razón y la emoción. Necesitamos integrar ambos aspectos, pues sólo “uniendo emoción y razón nos hacemos más sabios”. Los participantes realizaron varios ejercicios, representando los dos papeles.
Nos habló también del estrés como proceso, del desequilibrio sustancial entre las demandas percibidas y la capacidad de respuesta en condiciones en las que el fracaso al afrontar esas demandas conlleva consecuencias percibidas como importantes. También nos habló de los agentes estresores, del malestar que producen y de las consecuencias que ocasionan en la salud.
¿Quién cuida al cuidador?, se preguntaron los educadores. El cuidado y bienestar de los educadores sociales en su vida laboral precisa de unas buenas relaciones sociales. La Psicología positiva nos dice que las personas que se sienten extremadamente bien son las personas más sociables. Es necesario contar de forma estructural con espacio y tiempo para expresar nuestras emociones y sentimientos y mejorar como equipo de trabajo de alto nivel. Y si fuera necesario contar con un profesional que se ocupara del cuidado y bienestar de los educadores. Los participantes realizaron algún ejercicio de relajación y apoyo, pensando en hacer al compañer@ algo que te gustaría que él o ella pensara en hacerte a ti.
El desarrollo del curso ha sido ameno, ágil y muy gratificante. El formador ha utilizado dinámicas variadas y los grupos han sido muy colaboradores. Además de los nuevos conocimientos y destrezas adquiridas, mediante las prácticas de escucha y ejercicios terapéuticos de entrenamiento, se ha posibilitado la reflexión sobre casos de la práctica educativa y el trabajo en equipo. La actitud de todo el grupo ha sido muy positiva, favoreciendo el desarrollo de la competencia emocional y una mejora del rendimiento y el bienestar del educador. Les ha permitido conectar con sus emociones y con el equipo, aumentar la autorregulación emocional y reflexionar sobre la importancia del autocuidado y bienestar para mejorar en el cuidado de las personas que atienden y de los compañeros.
Los educadores manifestaron su agradecimiento por la oportunidad de haber realizado este aprendizaje, que les ha ayudado a conectar con sus emociones y con el equipo, y ha sido muy satisfactorio y enriquecedor a nivel personal y profesional. Manifestaron también su reconocimiento al formador, por la buena atención y profesionalidad, y consideran que sería muy importante que esta formación se realizara en los distintos equipos de trabajo y educativos.
Carlos Sagardoy Azagra