Desde el pasado 5 de julio hasta el 11 de agosto las personas usuarias del Proyecto Conviviendo, recurso de la Fundación Amigó para favorecer la resolución positiva de los conflictos entre los adolescentes y sus familias, han podido disfrutar de una actividad diferente con el objetivo de seguir ofreciendo pautas que favorezcan la creación del vínculo afectivo con sus familias.
El verano es un momento especialmente sensible para los conflictos, ya que la falta de actividades estructuradas y los cambios en los hábitos favorecen la aparición de los mismos. Por ello, se ha ofrecido a los y las jóvenes que acuden a nuestro recurso la posibilidad de ocupar su tiempo con actividades de ocio saludable, así como actividades que fomentan la educación en valores y la adquisición de habilidades que posteriormente pueden incorporar en su ámbito familiar.
El respeto a los monitores y a los demás miembros del grupo, la adquisición de conocimientos sobre medio ambiente, igualdad o personas sin hogar facilita la mejora de habilidades deficitarias como la aceptación de la autoridad y del no, el establecimiento de relaciones basadas en el respeto, así como la toma de conciencia sobre diferentes aspectos de nuestra sociedad que construirán las bases para un desarrollo personal positivo.