Desde hace dos años, Joel es usuario del Servicio de Orientación y Ayuda al Menor (SOAM) en Torrelavega. Un recurso de Fundación Amigó que ofrece orientación y acompañamiento a niños, niñas y familias y que se ha convertido para Joel en un espacio de apoyo, motivación y crecimiento personal.
Su madre, Rebeca, valora muy positivamente la labor de las educadoras y educadores: ha notado una evolución significativa en la actitud de su hijo, que ahora se muestra más motivado y participativo. Además, destaca que a Joel le encanta acudir al centro: incluso cuando está enfermo o indispuesto, insiste en no faltar. Para Rebeca, esto es una muestra clara del vínculo positivo que ha creado con el recurso y con el equipo.
El SOAM desarrolla su labor en tres centros juveniles, ubicados en los barrios Covadonga, Zapatón y La Inmobiliaria, donde promueve actividades educativas, ocupacionales y recreativas que fomentan la convivencia, la participación y el uso saludable del tiempo libre. Además, ofrece orientación familiar y apoyo en la resolución de situaciones conflictivas en el entorno doméstico, actuando como un punto de referencia para muchas familias del municipio.
Joel es un buen ejemplo del impacto positivo del proyecto. En este tiempo, ha mejorado sus calificaciones. “Antes en el cole sacaba ceros y doses, y ahora saco seises y sietes”, cuenta con orgullo, y enumera con entusiasmo las actividades, juegos y campamentos que más disfruta.
Rebeca anima a otras familias a llevar a sus hijos e hijas al SOAM, especialmente a aquellos padres y madres que, por distintos motivos, no puedan ofrecer a sus hijos/as actividades de ocio fuera de la rutina diaria. “Con la Fundación sé que tienen cubiertos sus juegos; disfrutan y aprenden al mismo tiempo”, asegura.
Gracias al acompañamiento del equipo del SOAM y al compromiso de su familia, Joel ha mejorado su rendimiento académico y ha descubierto que aprender y disfrutar pueden ir de la mano.