Una realidad
invisible
DURANTE 2015 SE ABRIERON 4898 EXPEDIENTES A MENORES.
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CONOCER, ANALIZAR, ACTUAR
VIOLENCIA FILIO-PARENTAL
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La violencia filio-parental es un grave problema social. Una realidad invisible que muchas veces se esconde.
La violencia filio-parental abarca el conjunto de conductas reiteradas de violencia física o psicológica dirigida de los hijos/as a los progenitores, o a aquellos adultos que ocupan su lugar. Se excluyen las agresiones puntuales y las que se producen en un estado de disminución de la conciencia (SEVIFIP, 2015)
Cada año se abren más de 4.000 expedientes a menores por este tipo de delito, pero sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10% y un 15% del total. Te proponemos conocer, analizar y actuar para visibilizar y prevenir este fenómeno.
Desde 2007 hemos trabajado con 931 familias para que puedan retomar el vínculo afectivo con sus hijos e hijas
Según los datos de la Memoria de la Fiscalia General del Estado, los expedientes abiertos a jóvenes por este tipo de delito han aumentado año tras año desde 2013 hasta alcanzar las 4898 denuncias de padres/madres a hijos/as durante el año 2015. Desde 2013 hasta 2015, los expedientes abiertos a jóvenes por cualquier tipo de delito han disminuido un 10,02% (29428 a 26425), mientras que los casos de violencia filio-parental han aumentado un 5,13% en el mismo periodo (4659 a 4898).
Nº total de expedientes abiertos a menores
Nº de expedientes abiertos por violencia filio-parental
El mapa de la violencia filio-parental
Valencia es la comunidad con más casos, registrando 1056 durante 2015
1627
ANDALUCIA
406
MADRID
310
CATALUÑA
298
GALICIA
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Fuente: Elaboración propia a partir de memorias de las fiscalias de las diferentes comunidades autónomas
Nuestro trabajo en el ámbito de la violencia filio-parental
En el año 2004 creamos un protocolo estructurado de intervención para trabajar con jóvenes y familias
La violencia filio-parental no se trata de un fenénomeno que pueda resolverse en el ámbito privado. Los conflictos familiares, y en los casos de mayor gravedad, la violencia ejercida de hijos/as a sus propios padres/madres, afecta también a la integración de los/as jóvenes en la sociedad, a nivel escolar, laboral y comunitario. Para llegar a la solución no se trata de buscar culpables, sino de lograr que todas las personas implicadas se responsabilicen de la situación y actúen en consecuencia. Para ello hay que reflexionar sobre lo ocurrido, sobre cómo reacciona cada uno/a. Hay que negociar, ceder, ponerse en el lugar de la otra persona, escuchar, recobrar la confianza, y sobre todo, reconstruir el vínculo afectivo. Pero ningún profesional o persona que haya pasado por una experiencia de este tipo, puede afirmar que el proceso sea fácil. Entendemos que los conflictos familiares suponen problemas de, al menos, dos direcciones, en los que, tanto padres/madres como hijos/as tienen parte de responsabilidad en el origen del problema, en el mantenimiento del mismo y por consiguiente, en su solución. Por ello, la intervención familiar adquiere una importancia enorme a la hora de lograr el éxito en la intervención.
Desde su creación en 1996, la Fundación Amigó ha llevado a cabo numerosos proyectos sociales dirigidos a miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Independientemente del perfil de los/as menores atendidos y del tipo de proyecto de que se trate, en todos los casos incluimos un elemento común indispensable para la adecuada socialización de la persona: la familia. Nuestra intervención socioeducativa siempre incluye a la familia de las persona atendida, excepto en los casos en los que una entidad competente lo desaconseja o prohíbe en base al interés superior del niño, niña o joven.
Por eso, en la mayoría de los casos trabajamos estrechamente con las familias de los/as menores atendidos, ya sean madres, padres, tutores/as legales u otros familiares. Sería inútil trabajar solo con los/as niños/as manteniendo igual su entorno y sus relaciones familiares, por lo que la intervención familiar adquiere una importancia enorme a la hora de lograr el éxito de la intervención sobre el/la menor. En la actualidad contamos con doce proyectos de intervención familiar directa (en Madrid, País Vasco, Cantabria y Comunidad Valenciana, además de un proyecto en Polonia), ejecutados en proyectos específicos para ello o en el marco de otros proyectos de manera complementaria.
La Fundación Amigó gestiona cuatro centros donde chicos y chicas menores de edad deben cumplir una medida judicial impuesta por un juzgado de menores tras haber cometido un delito. Son centros especializados en violencia filio-parental, por lo que la mayoría de los casos que atendemos presentan esta problemática.
Dada nuestra experiencia en esta problemática, durante 2015 creamos el Proyecto Conviviendo, un servicio que quiere llegar a tiempo y contribuir a solucionar los conflictos familiares antes de llegar a situaciones límite en las que los padres/madres se ven obligados a denunciar. Además, durante 2016 recibimos el Premio a la Innovación Social de la Asociación Española de Fundaciones por nuestra metodología innovadora a la hora de prevenir este tipo de violencia.
Pedimos que se cree un protocolo de prevención del conflicto familiar en centros escolares