Manoli González es la directora del Hogar Amigó de Portugalete desde 2006, un centro gestionado por Fundación Amigó y dependiente del Instituto Foral de Asistencia Social (IFAS) de la Diputación Foral de Bizkaia, que ofrece acogimiento residencial a niños y niñas en situación de desprotección, con edades entre los 3 y 18 años. La finalidad es ofrecerles orientación y apoyo en un ambiente de seguridad y protección que favorezca su desarrollo integral, el retorno familiar y el acceso a los recursos sociales bajo el principio de igualdad de condiciones que otros niños y niñas de su edad.
¿Cuáles son tus funciones como directora del Hogar Amigó?
Planificar, organizar y dirigir el hogar, al equipo educativo y a los menores. Gestionarlo para que todo funcione en el día a día.
¿Qué características tiene el Hogar Amigó?
Actualmente en el hogar hay 9 trabajadores: directora, 5 educadores de día, 2 monitores de noche y 1 persona de mantenimiento y servicios. Nuestro hogar tiene 10 plazas (9 chicos y una chica en estos momentos).
El hogar está situado en el casco viejo de Portugalete. Tiene una planta rectangular de 164 m2. Consta de cocina con despensa, comedor, sala, 2 baños, 4 habitaciones, y 1 despacho con baño propio.
¿Qué perfiles tienen los niños y niñas que llegan al Hogar Amigó?
Los menores que ingresan en el hogar tienen un perfil variado, aunque en muchas dimensiones presentan problemáticas muy similares. A día de hoy 4 de nuestros menores presentan una discapacidad intelectual.
La mayoría de ellos provienen de familias desestructuradas que no poseen las capacidades ni las competencias necesarias para la crianza de sus hijos e hijas. En algunos casos son chicos y chicas que presentan problemas conductuales: no asunción de normas, baja tolerancia a la frustración, baja autoestima.
Tienen dificultades en la expresión de sus sentimientos y carecen de previsión de futuro, se centran en el presente.
¿Cómo trabajáis en vuestro día a día?
Con una visión optimista y la aceptación incondicional de la persona. Haciéndoles protagonistas de su propio proceso a los niños, niñas y adolescentes con un trato personalizado basado en la cercanía y el cariño, pero desde la exigencia.
¿Qué perfiles tienen los trabajadores/as del hogar?
Los trabajadores/as del hogar son educadores/as sociales. Donde demuestran a diario el trabajo en equipo, empatía, aceptación incondicional y capacidad de escucha entre otras muchas habilidades. Con el compromiso de estar en continuo proceso formativo y de reciclaje, transmitiendo el carisma de Luis Amigó en la vida cotidiana y siendo un ejemplo para los menores.
¿Por qué decidiste dedicarte a trabajar con jóvenes vulnerables?
Me ofrecieron el trabajo y me gusto el reto, donde puedo desarrollarme día a día como persona. Para mí, más que un trabajo es un proyecto de vida. Lo que más me gusta es el contacto diario y continuo con los menores y el clima de familia
¿Nos puedes contar alguna de las experiencias más gratificantes que has vivido durante estos años?
Los últimos 100 kms del Camino de Santiago. Durante una semana con 7 menores, dos amigas y un educador que nos acompañaba con un vehículo. Comenzamos nuestro viaje en el Monasterio benedictino de Samos, donde pasamos nuestra primera noche y comenzó nuestro viaje espiritual. El viaje fue duro pero la experiencia inenarrable, de lo emocionante y especial que fue.
¿Qué valores intentas transmitir en tu día a día?
Honestidad, responsabilidad, solidaridad, optimismo, prudencia, sensibilidad, superación, comprensión, amistad, lealtad, paciencia, humildad, empatía, respeto, perdón, puntualidad y servicio.