Félix tiene 18 años y vive en uno de nuestros hogares de protección en el que le apoyamos de manera integral.
«Siento que son mi familia. Me han enseñado a ser autónomo, a saber ayudar y a tener humildad. Sé que pase lo que pase, vaya como me vaya, siempre voy a tener ese apoyo. Yo siento que son mi familia”.