En mayo de 2017 inauguramos Proyecto Conviviendo en A Coruña, un recurso gratuito para favorecer la resolución positiva de los conflictos entre adolescentes y familias. Dos años después, entrevistamos a Claudia Rodríguez, psicóloga en el proyecto para conocer lo que juntos hemos conseguido en este tiempo.
¿Qué situación existía en A Coruña para tomar la decisión de inaugurar Proyecto Conviviendo?
En Galicia no existía ningún recurso especializado en este tipo de problemática. La necesidad de establecer un recurso de estas características nace del aumento exponencial de casos denunciados en nuestra comunidad autónoma entre los años 2014 y 2015, Durante estos años, se produjo un aumento del 86,25% pasando de 160 casos en 2014 a los 298 registrados en 2015, siendo una de las comunidades que registró un aumento de casos más significativo. Teniendo en cuenta que la estimación los casos que llegan a denunciarse supone un solo un 15% del total, nos encontramos con una problemática social de gran calado en nuestra comunidad. Prueba de ello, es que, a los pocos meses de abrirse este recurso en A Coruña, el coordinador del proyecto, José Antonio Morala, vio la necesidad de abrir el recurso Conviviendo en Vigo.
¿Cómo se dio a conocer el proyecto y cómo fueron los primeros meses?
No fue un comienzo demasiado duro, ya que partíamos de la experiencia de Conviviendo Madrid, que fueron los primeros en poner en marcha el Proyecto Conviviendo. A Coruña fue la segunda ciudad donde se implantó, lo que supuso que a nivel metodológico y de intervención teníamos gran parte del trabajo hecho. En cuanto a encontrar un local donde desarrollar el proyecto, fue algo más complicado. José Antonio Morala estuvo durante varios meses contactando con varias entidades, y gracias a la colaboración de Cáritas Interparroquial de A Coruña, el Proyecto Conviviendo Coruña salió adelante. Cáritas colabora con nosotros cediéndonos un espacio en la Parroquia San Luis de Gonzaga (donde actualmente se encuentra el recurso).
La difusión del proyecto fue todo un reto personal para mí. La primera etapa fue una carrera a contrarreloj. Tuvimos que contactar con la mayoría de centros educativos de la ciudad en menos de dos semanas, ya que se terminaba el curso (en aquel momento estaba yo sola y recuerdo ese mes con una actividad frenética). Pero ese esfuerzo inicial dio sus frutos en septiembre, cuando volvimos a retomar el contacto con los centros educativos y por aquel entonces ya éramos dos psicólogas trabajando en el recurso. A las pocas semanas de iniciarse el nuevo curso académico estábamos realizando talleres de sensibilización y prevención de la violencia y control de la ira en muchos de los centros educativos de la cuidad.
¿Cómo fue la acogida del proyecto por parte de familias, centros educativos y otras entidades?
En general, el proyecto tuvo muy buena acogida desde que comenzamos a difundirlo. Podríamos decir que encontramos una buena acogida por todos los servicios sociales del ayuntamiento, ya que se mostraron muy interesados desde el principio por nuestra propuesta, pero son los agentes sociales de la zona los que se mostraron más receptivos con nuestra iniciativa, de hecho, mantenemos una estrecha colaboración con varios centros cívicos de la ciudad como los Mallos, Labañou, Boa Andanza, Sagrada Familia…
Otras entidades mostraron también un gran interés por nuestro recurso, llegando incluso a firmar un convenio de colaboración con la Asociación Ingada y trabajando en Red con otras entidades locales (colegios, asociaciones,…). Pero sin lugar a duda, las entidades donde mayor acogida ha tenido nuestro Proyecto han sido en los centros educativos de la ciudad, muchos de los cuales han contado con nosotros desde el principio para impartir talleres de sensibilización y para derivarnos casos de familias con esta problemática (IES Sardiñeira, Rafael Dieste, Fernando Wirtz, Fogar de Santa Margarida, Elviña, Urbano Lugrís, Salvador de Madariaga, CEIP Rosalía de Castro, Wenceslao Torres, Ramón de la Sagra, Raquel Camacho y un largo etc… ) En cuanto a las familias, la acogida no ha podido ser mejor. Somos un referente para ellas en unos momentos duros en los que no saben a dónde o a quién acudir.
¿Cuánta personas y cuántas familias se han atendido durante este periodo?
Desde mayo del 2017 y hasta la fecha hemos atendido y asesorado a 204 usuarios/as y a un total de 95 familias, realizando más 1200 intervenciones.
¿Qué perfiles de usuarios encontramos en el proyecto?
Mayoritariamente se trata de adolescentes de edades comprendidas entre los 11 y los 16 años, no habiendo mucha diferencia entre sexos. En cuanto al perfil de los progenitores, aquí si encontramos una clara entre las figuras de referencia que solicitan nuestra intervención, siendo las madres las más afectadas por este tipo de violencia.
En cuanto a datos sociodemográficos, la mayoría de las familias atendidas en el recurso son de nacionalidad Española, de nivel socio económico medio-bajo, dando prioridad a las familias de nivel socioeconómico bajo que sean vulnerables o se encuentren en riesgo de exclusión social.
¿Qué valores intentáis transmitir a las personas usuarias?
Lo primero es acoger a las familias, hacerles ver que no están solos en estos momentos difíciles. El trato que se le da a la violencia filio-parental en el seno de las familias que la sufren va desde el secreto a la vergüenza.
Por este motivo es muy importante para nosotras que se sientan comprendidos cuando llegan a nuestro recurso. Los valores que transmitimos en nuestra intervención, son la cercanía (el estar ahí cuando más lo necesitan las familias), el acompañamiento durante un proceso difícil, la importancia de establecer normas y límites dentro de la jerarquía familiar, la importancia de cambiar o aprender patrones relacionales y estilos de comunicación más adaptativos, y sobre todo, tratamos de que vean la importancia de regenerar un vínculo afectivo que en muchas ocasiones se encuentra dañado.
En el ámbito de la prevención, ¿qué actividades se han realizado?
En el ámbito de la prevención y sensibilización hemos realizado numerosos talleres en los centros educativos de la ciudad. En estos dos años, solo en la ciudad de A Coruña hemos impartido talleres y charlas a más de 3400 alumnos/as de edades comprendidas entre los 8 y los 17 años.
Actualmente ofertamos tres talleres en prevención de la violencia y control de la ira con el objetivo de que conozcan el proceso de la ira, sus reacciones fisiológicas y cognitivas que entiendan de qué modo están relacionados con el mantenimiento de esta emoción y que entiendan la diferencia entre la violencia y la agresividad.
Además, les damos herramientas para poder canalizar el enfado de un modo constructivo. También hemos realizado charlas de sensibilización para el profesorado y padres/madres, impartiéndolos a más de 200 personas.
Recientemente, también hemos puesto el foco de atención en difundir nuestra intervención entre otros colectivos de profesionales, y como muestra tenemos las jornadas para el Colegio de Psicólogos de Galicia que han llevado a cabo nuestras compañeras de Conviviendo Vigo, y las jornadas para profesionales de centros de menores organizadas por AGACEME, que impartiremos a partir de finales de abril en A Coruña, Vigo y Santiago.
¿Qué retos existen para este año 2019?
Retos para el 2019… tenemos bastantes. Quizás el primero y más importante es el de afianzar y aumentar las fuentes de financiación. Actualmente el Proyecto Conviviendo se encuentra cofinanciado por subvenciones de la Xunta de Galicia a través del Fondo Social Europeo, por la Diputación de A Coruña y Ayuntamiento de A Coruña, lo que significa que nuestra intervención es gratuita para todas aquellas familias que lo requieran, en especial aquellas que se encuentren en riesgo de exclusión social o sean vulnerables de padecerlo.
Sin embargo, recientemente hemos visto reducida las subvenciones económicas por parte de las administraciones. Recibimos la visita del delegado de la Xunta en la provincia de A Coruña, Ovidio Rodeiro, a quién se le transmitió la preocupación de encontrar una solución a este respecto y poder darle continuidad a nuestro recurso. Otros retos para este 2019 serían el de ampliar el número de municipios a los que ofrecer nuestra intervención, tanto con los talleres de prevención y sensibilización en centros educativos como en la intervención directa con familias. Sea como sea, desde el Equipo Técnico de Conviviendo Coruña (Sonia Nogueira, Carmen Rodríguez, Vanessa Tuñas y Claudia Rodríguez) afrontamos este nuevo año llenas de ilusión para ayudar a las familias que precisen nuestra intervención.