Blanca Diez Crespo inició su trayectoria profesional a los 18 años como voluntaria en los centros juveniles de Fundación Amigó en Torrelavega, mientras cursaba una Formación Profesional en informática. Durante ese periodo, conoció a Félix Martínez, entonces director territorial de Fundación Amigó en Cantabria, y a los/as educadores/as de la época, especialmente a Eva, quien se convirtió en un referente en el ámbito socioeducativo para ella. Gracias a su influencia, decidió estudiar Educación Social, compaginando sus estudios con el voluntariado, especialmente en el campamento urbano.
Tras completar un posgrado en Mediación Familiar, recibió una oferta para incorporarse profesionalmente a los centros juveniles, oportunidad que aceptó sin dudar. Desde entonces ya han pasado casi 17 años desde que Blanca trabaja en la Fundación Amigó, de los cuales 14 fueron como educadora en el centro juvenil del Barrio Covadonga. En 2022, asumió el reto de coordinar los centros juveniles, una responsabilidad que afrontó con ilusión y confianza, respaldada por su amplia experiencia. Dos años después, en 2024, se le confió la dirección de los centros de medio abierto de Torrelavega, lo que implicó salir de su zona de confort y familiarizarse con nuevos proyectos.
Este año, ha sido nombrada directora territorial de Cantabria, un desafío que asume con respeto y entusiasmo. Su motivación radica en continuar la labor de la Fundación, trabajando con y para las personas que más lo necesitan, transmitiendo los valores a las nuevas generaciones de educadores/as y formando un equipo de trabajo sólido y comprometido.
A medio plazo, sus objetivos incluyen “consolidar los proyectos actuales, especialmente tras un periodo de numerosos cambios e incorporaciones. También quiero establecer una base sólida que nos permita crecer, ya sea extendiendo nuestra acción más allá de Torrelavega o a través de nuevas áreas de intervención para atender a un perfil más amplio de personas”, señala Blanca.
Su objetivo también es fomentar la cohesión del equipo humano, confiando en las habilidades y capacidades de cada miembro, y motivándolos hacia una mejora continua. Destaca que los/as profesionales de Fundación Amigó se caracterizan por su “cercanía, confianza, responsabilidad y ganas de aprender, siempre orientados al bienestar de los/as jóvenes atendidos/as”.
Sobre el desarrollo de la entidad en Cantabria en los últimos años, observa un crecimiento notable y una mayor presencia en la comunidad. Se evidencia en la rápida respuesta de los centros educativos, las numerosas intervenciones en medios de comunicación y el apoyo constante del Ayuntamiento de Torrelavega y el Gobierno de Cantabria.