En el contexto de inestabilidad generado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania desde febrero de 2022, muchas familias se vieron obligadas a emigrar a regiones seguras. Con ello la ciudad de València fue un territorio receptor de personas refugiadas procedentes de la guerra anteriormente mencionada. Responder a la situación de desprotección internacional, requiere de la intervención integral en el ámbito de aquellas condiciones y factores de exclusión o discriminación que hacen que determinados colectivos sociales y grupos de personas vivan una situación de vulnerabilidad.
Ante esta situación, desde Fundación Amigó trabajamos para dar respuesta a la situación de emergencia a través de dos albergues específicos para personas refugiadas ucranianas, en Benimámet, un servicio de alojamiento y atención social para familias, concretamente 80 personas provenientes de Ucrania y Europa del Este, y en Alaquás, con las mismas características y un total de 100 plazas.
Ambos recursos fueron gestionados por la Fundación Amigó, gracias a la colaboración directa de la Delegación de Cooperación al Desarrollo y Migración del Ayuntamiento de València.
Los objetivos de nuestra intervención social y educativa partieron del análisis real y profundo de las familias y personas que atendemos, de su proceso intrafamiliar y personal, la situación de su entorno social, el diagnóstico de sus necesidades, así como de sus capacidades y potencialidades. Entendemos que partir desde otro punto nos haría aplicar recursos y medios inapropiados.
Nuestra acción consistió en: