La Provincia Luis Amigó puso en marcha el pasado mes de marzo el Fondo de solidaridad con Ucrania, a través del cual toda la Familia Amigoniana ha apoyado con sus donaciones la labor de Cáritas de Lublin (Polonia), donde tenemos presencia amigoniana, para cubrir las necesidades básicas de tantos ucranianos (en su mayoría madres con niños) que han tenido que dejar su país huyendo de la guerra.
A través de este fondo, se han entregado ya a Cáritas 18.000 euros, en tres envíos de 6.000 euros, el último de ellos a principios de este mes de junio. Además, dos religiosos han podido conocer de primera mano la labor que esta organización está realizando en favor de los refugiados tanto en la ciudad de Lublin como en la frontera con Ucrania.
Jürgen Hoffend, delegado de Fundación Amigó en Polonia, y Javier López, patrono de Fundación Amigó, han estado este mes en el centro Domostwo Amigoniaiskie, que la Fundación Amigó gestiona en la ciudad, y han aprovechado para reunirse con el P. Pawel Tomaszewski, director de Cáritas de Lublin, quien les puso al tanto de las iniciativas que están llevando a cabo en la atención a la población ucraniana desplazada a la región.
Además, acompañados de personal y voluntarios de la entidad, han visitado en Firlej el centro que Cáritas ha puesto al servicio de refugiados procedentes de Ucrania, y en el que madres, abuelas y niños/as reciben alojamiento, manutención y otras atenciones. Cuatro mujeres acogidas en el centro les han contado el drama de lo vivido tras la invasión de Rusia, lo difícil que ha sido tomar la decisión de dejar su país dejando allí a sus maridos y familiares, y cómo esperan que el conflicto termine pronto para poder regresar a su país y reencontrarse con los suyos.
Ambos han viajado también hasta el punto de acogida de Cáritas en la estación de de Chelm, situada a 25 kilómetros de la frontera con Ucrania y donde llegan los trenes procedentes de Kiev, la capital ucraniana, y del norte del país. Allí, en una tienda situada a la salida de la estación, los voluntarios de la organización entregan alimentos a los refugiados que llegan y les orientan para que puedan llegar a su destino.
Por último, se han desplazado también hasta la frontera con Ucrania. Cerca de Dorohusk, en la zona transfronteriza entre ambos países, Cáritas tiene también una zona de acogida, donde voluntarios y personal ofrecen asesoramiento y primera atención a los refugiados que llegan hasta allí.
Los refugiados siguen llegando a los centros de atención de Cáritas de Lublin, huyendo sobre todo de la zona este del país, cuatro meses después del inicio del conflicto bélico. Por ello, el Fondo de solidaridad sigue abierto para que los miembros de la Familia Amigoniana (religiosos, Cooperadores Amigonianos, trabajadores/as de nuestras casas, colegios, centros y de la Fundación Amigó, padres y madres de alumnos de colegios, feligreses/as de parroquias, etc.) podamos seguir colaborando con Cáritas de Lublin a acoger y ayudar a los refugiados ucranianos que siguen huyendo de su país.