Álex tiene 20 años y nació en Rumanía. Al no disponer de las estructuras familiares y sociales para su adecuado desarrollo integral durante su infancia vivió en un centro de menores. Cuando cumplió 18 años tuvo que abandonar el centro de menores en el que se encontraba, convirtiéndose en persona adulta de manera precipitada. “Al abandonar el centro de menores me sentí inseguro porque no sabía cómo iba a afrontar las cosas como una persona adulta”, señala el joven.
Después de abandonar el centro de menores, Álex comenzó a formar parte de nuestro Proyecto de Acompañamiento a la Emancipación, un recurso que desde Fundación Amigó ponemos en marcha para acompañar a jóvenes extutelados/as a alcanzar el grado de autonomía necesario para afrontar la vida adulta de manera independiente.
“He estado en el hogar de emancipación 1 año y 8 meses. El apoyo recibido por parte del equipo educativo ha sido excelente. Aquí me han dado la seguridad, el apoyo y el cariño necesarios para que tuviera valor para enfrentarme a muchas situaciones nuevas para mi, sin tener miedo. He aprendido a ser yo mismo, a saber rectificar mis errores, a no enfadarme cuando algo me gusta y sobre todo a no tener miedo a mi vida adulta. También me han ayudado a encontrar un empleo. Ahora he encontrado trabajo en la UTE de limpieza del Ayuntamiento de Alicante, tengo un contrato indefinido y he alquilado un piso para vivir yo solo”.