Las personas con quienes trabajamos en nuestros proyectos viven en muchas ocasiones situaciones de vulnerabilidad o exclusión social. En el actual contexto que vivimos por la propagación del COVID-19 hay diferentes colectivos, como las personas sin hogar, que ven como esta vulnerabilidad se intensifica.
Por ello, a petición de la concejala del Ayuntamiento de Valencia en el área de Cooperación al Desarrollo y Migraciones, Maite Ibáñez, desde Fundación Amigó, el pasado lunes 23 de marzo iniciamos un nuevo servicio de atención residencial para personas sin hogar en la ciudad de Valencia.
A través de este recurso, que se está desarrollando en el Seminario San José de Godella, gracias a la cesión del espacio por parte de la Congregación de Terciarios Capuchinos, ofrecemos atención en régimen residencial y manutención a personas sin hogar. Las personas usuarias del recurso, que son derivadas por el Centro de Atención a la Inmigración, dependiente del Ayuntamiento de Valencia, tienen características heterogéneas, pero les une el denominador común de sufrir una extrema vulnerabilidad, que se ve intensificada por estar en situación de calle.
En este momento, estamos atendiendo a 35 personas, la capacidad máxima de la que disponemos para poder atender a todos ellos/as con las medidas de seguridad necesarias.
Además de recibir alojamiento y manutención, nuestro equipo de profesionales desarrolla diferentes actividades de ocio y tiempo libre saludable, así como talleres de castellano, con el objetivo de que los/as usuarios/as puedan reducir sus factores de desprotección.
Un total de diez profesionales de Fundación Amigó están participando en esta iniciativa, el director del proyecto València Inclou, el director pedagógico de la Zona de Levante de Fundación Amigó, así como trabajadores/as de Proyecto Amigó, Centro Juvenil Montesión y Proyecto Conviviendo Valencia.