Marga Vicente es trabajadora social en Proyecto Amigó Vinaròs, uno de nuestros recursos para tratar problemas de adicciones de personas jóvenes y adultas. Ahora, Marga también asume la responsabilidad de coordinar el área de voluntariado del proyecto y nos explica en esta entrevista cómo afronta el nuevo reto.
¿Cuáles son tus funciones en Proyecto Amigó?
Mi especialidad es trabajo social, donde caben diversas funciones como la atención directa a los usuarios/as, prevención, planificación y promoción. Pero en el centro de día donde trabajo, las funciones se amplían de forma multidisciplinar, puesto que realizo labores de terapeuta moderando grupos de autoayuda e impartiendo talleres y seminarios a los usuarios/as y familiares. También realizo labores de educadora, transmitiendo valores y hábitos saludables. Realizo la acogida y entrevistas iniciales para crear un plan individualizado del/la usuario/a y sus familiares. Por último, otras funciones que ejerzo son burocráticas actualizando las intervenciones diarias.
¿Qué características tiene las personas usuarias de Proyecto Amigó con las que trabajas?
Mis acciones van dirigidas a personas con problemas de consumo de sustancias y otras adicciones, y a sus familiares, de forma ambulatoria.
Las características más comunes de las personas usuarias son:
¿Cómo trabajas en tu día a día?
En el centro de día de Vinaròs trabajamos atendiendo a través de diferentes programas como el de acogida, reinserción, apoyo, alter y adolescentes. Todas las personas usuarias de los distintos programas son atendidas semanalmente.
Siempre trabajamos en equipo, comenzando el día con una reunión para analizar los casos y planificar el día siguiendo una programación anteriormente establecida por el equipo.
Después, algunos días imparto algún tipo de taller, como prevención de recaídas, habilidades sociales, de género…o seminario como valores, autoestima…y otros días grupos de autoayuda, donde se comparten las vivencias del día a día, sentimientos, emociones, realizando grupos temáticos como drogas I y II, grupo alcohol I y II, grupo autoestima.
También en días puntuales imparto algún seminario familiar, seguimiento familiar, grupos mixtos familiares y grupos unifamiliares.
También se imparten actividades lúdicas y de ocio al igual que educativas, uso de ordenadores, juegos lúdicos, deporte, mandalas, siempre potenciando una vida saludable. Además de una coordinación excelente con mi compañera Mihaela, que imparte el programa de patología dual, ayudando a los/las usuarios/as a tener conocimientos de su patología además de enseñarlos a llevar una buena regulación emocional.
Después de que los/as usuarios/as se marchan a sus casas, realizo entrevistas individuales a los propios/as usuarios/as para su seguimiento, entrevistas iniciales y entrevistas familiares.
Por último, se realizan gestiones burocráticas como el registro de las actividades llevadas a cabo durante el día, estadística y calidad, entre otras funciones.
¿Cómo asumes el nuevo reto de ser la responsable del área de voluntariado de Proyecto Amigó?
Es un reto muy interesante y lo asumo con inquietud e ilusión de trabajar con unos de los agentes más importantes de esta organización: las personas voluntarias.
Fui voluntaria en otras organizaciones y la labor que realizaba era importante y gratificante, por ello quiero dedicar un gran esfuerzo para que los/as actuales y futuros voluntarios/as tengan la atención que se merecen, además de formación y actividades que les ayuden a seguir con esta gran labor.
Deseo que mi aportación como responsable de área de voluntariado sea un continuo de trabajo y profesionalidad dedicado a aquellos que ejercen algo tan bonito como ayudar a los más vulnerables.
¿Por qué decidiste dedicarte a trabajar con personas que sufren algún tipo de adicción?
Desde que decidí formarme en trabajo social, supe que quería trabajar con este colectivo por la necesidad de atención y reconocimiento como población vulnerable. Siempre he empatizando con las personas consumidoras de sustancias donde, además de su problemática principal, existen muchas otras relacionadas a nivel familiar, social, jurídico y psicológico.
Es una experiencia muy gratificante trabajar con las personas usuarias que necesitan a un profesional, un guía, un amigo, siendo cercana a ellos/as cuando más lo necesitan. Siempre les digo que me dedico a este trabajo exclusivamente por el trato directo que tengo con ellos/as todos los días. A veces es duro no poder ayudar aún más, pero siempre es una labor recíproca donde aprendo como profesional y como persona todos los días.
¿Nos puedes contar alguna de las experiencias más gratificantes que has vivido en el proyecto?
En líneas generales, la experiencia más gratificante es acompañar a las personas usuarias a lo largo de su proceso para dar paso al alta terapéutica.
En concreto una de las experiencias más gratificante es ser partícipe de un nuevo centro de día, que se abrió en el año 2016 y fui contratada primero para aprender en Castellón con los buenos profesionales de allí que me enseñaron y guiaron en mis principios de Proyecto Amigo. Después, desde un pequeño despacho comencé a trabajar con las personas usuarias de Vinaròs, dando paso más tarde a la apertura del actual centro de día, teniendo una buena acogida entre la población y profesionales de la zona.
Esta experiencia actualmente la sigo viviendo como algo nuevo, dando forma día tras día, atendiendo a nuevos/as usuarios/as de la zona norte de Castellón. Siguiendo la pedagogía amigoniana y la metodología y filosofía de Proyecto Hombre, pero con matices nuevos, construyendo un buen equipo de trabajo para dar cobertura a las demandas crecientes que se están produciendo actualmente.
¿Qué valores intentas transmitir en tu día a día?
Intento trasmitir los valores que tengo inculcados desde la profesionalidad y de forma personal, como la empatía, el principal valor para trabajar con este colectivo, la cercanía siendo importante para la implicación en el proceso terapéutico tanto de las personas usuarias como de sus familiares, la honestidad que tanto trabajamos.
Además de otros valores importantes para crear esta relación de ayuda y que deben coexistir en nuestro centro serían el respeto de unos hacia otros, la sensibilidad que trasmito con cada persona usuaria y la integridad de cada uno de ellos igual que la del equipo de trabajo.
¿Qué significa para ti trabajar en Fundación Amigó?
Puedo decir que trabajar en Fundación Amigó es gratificante y especial puesto que a nivel profesional da muchas oportunidades de crecimiento, además de lo personal, siendo importante sentirse participe de una entidad que abarca una labor tan importante para la sociedad, atendiendo y ayudando a colectivos vulnerables como los menores, familiares, personas consumidoras de sustancias, en diferentes partes de España y del mundo.
En definitiva, estoy muy contenta y agradecida por brindarme la oportunidad de sentirme parte de la Fundación Amigó.