Javier tiene 18 años y es uno de los jóvenes que ha encontrado apoyo en el Proyecto Conviviendo, una iniciativa que desde Fundación Amigó ofrecemos para favorecer la resolución positiva de conflictos entre adolescentes y sus familias.
Conoció el proyecto a través de la trabajadora social de su barrio y decidió participar para mejorar la dinámica familiar. «Les explicaba mi situación, me daban consejos y me ayudaban a mejorar. Nos daban clases de valores y nos enseñaban a gestionar las emociones», recuerda Javier, destacando la importancia de las herramientas adquiridas con la ayuda del equipo educativo.
Gracias al acompañamiento recibido, Javier ha logrado avances significativos en su vida personal y familiar. «Desde que estoy aquí he sabido llevar mejor mis problemas y gestionarlos. También he conseguido tener mejor relación con mi madre y más estabilidad», comparte, reflejando el impacto positivo del proyecto en su entorno familiar.
El apoyo de los educadores y educadoras también ha sido fundamental en su proceso. «El equipo educativo de verdad se involucró en poder ayudarme. Para mí fue un gran apoyo», afirma, reconociendo el compromiso y la dedicación del equipo profesional que le ha acompañado.
El Proyecto Conviviendo se basa en tres grandes líneas de intervención: prevención y sensibilización, atención y orientación inicial, e intervención. A través de estas acciones, busca que las familias adquieran estrategias y habilidades para afrontar y reconducir situaciones de conflicto, recuperando así el vínculo afectivo.
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