Fundación Amigó continúa desarrollando el Grupo de Mujeres del Espacio Amigó, una iniciativa del proyecto I+I Conmigo que se lleva a cabo en la sede del proyecto, ubicada en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. En un contexto caracterizado por una alta presión migratoria, escasez de recursos económicos y diversidad cultural, este grupo ofrece un espacio seguro donde mujeres adultas pueden compartir, apoyarse mutuamente y trabajar su empoderamiento.
El grupo se reúne dos veces por semana, los martes y jueves de 10:00 a 12:00 h. Durante las vacaciones escolares, las sesiones se trasladan a la tarde, ya que por las mañanas se desarrolla la Colonia Urbana, en la que participan muchos de los hijos/as de las asistentes. A diferencia de años anteriores, este verano las sesiones del grupo no se interrumpirán durante los meses de julio y agosto, atendiendo a la solicitud expresa de las participantes, que valoran especialmente este espacio de encuentro y acompañamiento.
Las destinatarias de esta acción son mujeres mayores de 18 años, en su mayoría madres. Muchas de ellas pertenecen a población migrante que ha llegado recientemente a España y carece de una red familiar o social cercana. También forman parte del grupo mujeres españolas y de etnia gitana. La incorporación suele producirse a través del boca a boca: mujeres que ya participan comparten su experiencia positiva y animan a otras a sumarse a este espacio de encuentro y apoyo mutuo.
Las sesiones son impartidas por Encarnación, coordinadora del proyecto I+I, y Ana, pedagoga. A través de talleres socioeducativos, se abordan temas como la autoestima, la autoayuda, la conciencia de grupo, la prevención de la violencia machista y las pautas educativas. Todo ello en un ambiente distendido, que favorece el diálogo, el intercambio de vivencias y la creación de vínculos sólidos. Durante las sesiones, las mujeres comparten desayunos o meriendas, generando momentos de convivencia que fortalecen la cohesión del grupo.
Una de las dinámicas recientes consistió en la creación colectiva de un mural en el que cada mujer escribió qué cualidades la caracterizan y de qué se siente capaz. Este tipo de ejercicios sencillos, pero profundos, ayudan a reforzar la autoestima y la conexión entre las participantes, favoreciendo tanto la reflexión personal como el sentimiento de pertenencia al grupo.
Las mujeres expresan con frecuencia su agradecimiento por poder contar con este espacio. Para muchas de ellas, asistir al grupo supone un punto de apoyo esencial en su vida cotidiana. Además, comparten que esta experiencia les ha permitido abrir su mente y comprender otras realidades distintas a la suya, gracias al intercambio de experiencias con mujeres de orígenes, trayectorias y culturas diversas. Su implicación es tal que, además de pedir continuar las sesiones durante el verano, solicitan a menudo la realización de excursiones y salidas organizadas, ya que disfrutan compartiendo tiempo con sus compañeras y con las profesionales que las acompañan.
Con el paso del tiempo, el grupo se ha convertido en una red de apoyo fundamental. Las mujeres se ayudan entre sí, comparten recursos, celebran cumpleaños y eventos importantes, e incluso se apoyan en el cuidado de sus niños/as. Como expresó una de ellas: “A mí esto me ha dado la vida. Estaba en una gran depresión y conocerlas me ayudó a darme cuenta de que no estoy sola”.
Desde Fundación Amigó se destaca la importancia de espacios como este, que favorecen el bienestar emocional, la integración social y el empoderamiento de las mujeres en contextos de vulnerabilidad.